Circuitos socioeconómicos y asistencia alimentaria durante el Covid-19 en Quilmes, Buenos Aires
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- Publicado el Sábado, 22 Abril 2023 19:58
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Circuitos socioeconómicos y asistencia alimentaria durante el Covid-19 en Quilmes, Buenos Aires[1]
Altschuler, Bárbara. Universidad Nacional de Quilmes,Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Viviani, Gabriela. Universidad Nacional de Quilmes, Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Laura Niño, Universidad Nacional de Quilmes Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Resumen
El artículo presenta resultados de investigación sobre la asistencia alimentaria que realizaron organizaciones sociales del sur del conurbano bonaerense durante el Covid-19 y analiza su posible articulación con circuitos socioeconómicos alimentarios. A través de una encuesta aplicada a 92 Centros de Complementación Alimentaria (CCA) durante 2021, nos propusimos conocer las formas de acceso a los alimentos y visibilizar el trabajo de las organizaciones en el territorio, con la finalidad de co-construir posibles procesos de abastecimiento y circuitos socioeconómicos alimentarios desde la Economía Popular, Social y Solidaria (EPSS).
Palabras Clave: Circuitos Socioeconómicos; Investigación Acción Participativa; Abastecimiento Alimentario; Quilmes; Pandemia COVID-19.
Abstract
The article presents research results on food assistance carried out by social organizations in the south of the Buenos Aires suburbs during Covid-19 and analyzes its possible articulation with socioeconomic food circuits. Through a survey applied to 92 Food Supplement Centers (CCA) during 2021, we set out to know the ways of accessing food and make visible the work of organizations in the territory, with the purpose of co-constructing possible supply processes. and socioeconomic food circuits from the Popular, Social and Solidarity Economy (EPSS).
Keywords: Socioeconomic Circuits; participatory action research; Food Supply; Quilmes; COVID-19 pandemic.
Introducción
Compartimos en este trabajo los resultados del Proyecto de Investigación “Fortalecimiento de circuitos socioeconómicos alimentarios para la atención de la emergencia alimentaria ante el COVID-19 en el Partido de Quilmes y aledaños”, financiado por el Programa de Articulación y Fortalecimiento Federal de las Capacidades en Ciencia y Tecnología COVID-19 del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MINCyT) de Argentina[2]. En la línea de investigación que nos ocupa, el proyecto se propuso abordar el análisis y desarrollo de conocimientos sobre comedores, merenderos y puntos de distribución de alimentos de la región sur del Gran Buenos Aires (GBA), a los que llamamos en su conjunto Centros de Complementación Alimentaria (CCA), para analizar y proyectar de manera estratégica su articulación con circuitos socioeconómicos alimentarios de la Economía Popular, Social y Solidaria (EPSS).
Junto a la pandemia de COVID-19 salieron a la luz problemáticas socioeconómicas estructurales de nuestros países, como las fuertes brechas de desigualdades de diverso tipo existentes -socioeconómicas, étnicas y de géneros entre otras-, el aumento de la pobreza y el desempleo estructural, la degradación socio-ambiental y del hábitat, y la desvalorización de las actividades fundamentales para la sostenibilidad de la vida. Dichas problemáticas se vinculan con fenómenos más amplios, como son las estructuras asimétricas de poder, el elevado nivel de concentración de la producción y los mercados, y el predominio de lógicas económicas especulativas, neoextractivistas y de acumulación por desposesión por parte de grandes poderes transnacionales o locales, que en ciertos casos llegan a la ocupación territorial violenta o al desplazamiento poblacional forzado de grupos sociales y comunidades (Pastore, Niño, et. al, 2020, Pastore, 2020 y 2021).
El empeoramiento de la situación socioeconómica previo a la Pandemia ocurrida en el marco del regreso de políticas neoliberales a Argentina entre 2016 y 2019 (gobierno de M. Macri implicó un aumento de los índices de pobreza y vulnerabilidad social, marcando una situación social crítica que llevó a declarar la “Emergencia alimentaria” en diciembre de 2019 (Ley 27519). El gobierno de A. Fernández prorrogó dicha Ley e impulsó desde el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación el “Plan Argentina contra el Hambre” (Resolución 8/2020), cuyo objetivo general era garantizar la seguridad y soberanía alimentaria de toda la población, con especial atención en los sectores de mayor vulnerabilidad económica y social[3]. La ley propone como aspecto novedoso -en su Artículo 9- la Federalización del Mercado Central y privilegia a la economía popular en articulación con la agricultura familiar, a través de la creación de ferias locales, a los fines de abastecer de productos sanos, saludables y económicos al consumidor final y a las entidades registradas en el RUIPA lo cual resulta muy interesante en términos de circuitos locales de producción y consumo, pero como veremos más adelante, estos requieren de políticas y estrategias específicas para su construcción y sostenimiento.
En este marco, la llegada del Covid-19 y las medidas de ASPO y DISPO tomadas durante 2020 y 2021, complicaron más aún las cosas, imposibilitando el acceso de los sectores populares, e informales en particular, al trabajo y los ingresos básicos, impactando también fuertemente en el aumento de los precios de los alimentos y la necesidad de controlar los niveles de inflación que eran ya desorbitantes, aunque sin resultados muy satisfactorios hasta la actualidad.
Así, la pandemia puso en evidencia aún más la necesidad de avanzar en políticas y estrategias de desarrollo socioeconómico orientadas a garantizar derechos para la sostenibilidad de la vida. En particular para nuestro tema, el acceso a alimentos suficientes y de calidad, así como la posibilidad de acceder a circuitos socioeconómicos de cercanía.
Entendemos a los circuitos socioeconómicos alimentarios como aquellos que, de acuerdo a sus finalidades, actores, relaciones y territorialidad “encastran” lo económico en función de las necesidades sociales, en este caso el acceso alimentario y del mejoramiento de las condiciones de venta e ingresos de unidades productivas locales, en particular de la agricultura familiar y de cooperativas de alimentos (Pastore, 2020). Se conforman en torno a redes y tramas de valor (Caracciolo, 2017) entre sujetos y actores vinculados a la producción, la comercialización o intermediación solidaria, el consumo organizado y/o el compre público alimentario. Estos circuitos socioeconómicos propenden en sus lógicas de acción y resultados a mejorar las condiciones de acceso a la alimentación saludable como un derecho, promoviendo la organización y re-significación del consumo y, al mismo tiempo, buscan contribuir a potenciar las condiciones de producción e ingresos de pequeñas y medianas unidades socioeconómicas de la agricultura familiar y campesina, de las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPyMES) alimentarias locales, de las asociaciones y cooperativas agrarias y/o alimentarias.
La línea de investigación cuyos resultados compartimos en esta ponencia se propuso identificar, analizar y visibilizar el trabajo de asistencia alimentaria que realizan las organizaciones sociales e instituciones en el territorio de Quilmes y aledaños, y conocer la demanda y las formas de acceso a los alimentos de los CCA de dicho partido, con el objeto de pensar y co-construir posibles procesos de abastecimiento y circuitos socioeconómicos alimentarios desde la EPSS, así como generar información pública que aporte a la toma de decisiones y construcción de estrategias de los actores sociales del territorio en dicho sentido.
2. Diseño metodológico de la investigación
Realizamos esta investigación desde el enfoque de la Investigación Acción Participativa (IAP), la cual, implica la co-construcción desde los problemas e instrumentos de investigación con los propios actores involucrados hasta la puesta en común, diálogo y socialización de los resultados de la investigación con estos, en pos de pensar acciones y estrategias conjuntas para actuar sobre la realidad y las problemáticas identificadas. En este caso, ello significó trabajar con una problemática compleja, en un momento muy difícil para la población y las condiciones de vida en general. Así, la investigación se realizó desde un abordaje interdisciplinario, de diálogo de saberes y co-construcción de conocimientos con distintos tipos de actores del territorio: organizaciones sociales y comunitarias, funcionarios locales, activistas y militantes sociales que gestionan los comedores, merenderos y puntos de distribución de alimentos en barrios populares, mesas de actores locales y con algunas de las iniciativas existentes de circuitos cortos alimentarios.
La unidad de análisis de la investigación la constituyó lo que definimos como Centros de Complementación Alimentaria (CCA). Entendemos por CCA aquellos dispositivos de interacción territorial que tienen como finalidad brindar las condiciones mínimas para la satisfacción del derecho a la alimentación, a partir de una prestación gratuita, con frecuencia diaria o semanal, de alimentos elaborados (comida caliente) o provisión de mercadería en bolsones o canastas (frescos y secos). Los CCA permiten garantizar las condiciones mínimas de alimentación para niños/as, adolescentes, jóvenes y sus familias y adultos mayores. Cuentan con distintos tipos de financiamiento: fondos estatales de diferentes niveles de gobierno (municipal, provincial, nacional) y fondos privados, ya sea de organizaciones no gubernamentales (ONGs), aportes comunitarios, empresarios, o de personas individuales.
El proceso de relevamiento se llevó adelante en 5 momentos: 1) búsqueda de antecedentes y articulación con organizaciones/actores territoriales, 2) entrevistas y relevamiento para construcción del Directorio, entendido éste como el listado general de CCA identificados y sus datos básicos de contacto y tipo, 3) diseño del instrumento de relevamiento, el cual se construyó como una encuesta electrónica estructurada y autoadministrada, diseño de la muestra, prueba piloto y ajuste del instrumento, 4) conformación y capacitación del equipo mixto de seguimiento e implementación de la encuesta, 5) procesamiento de la información, análisis, construcción de informes y comunicación. Dentro de este punto y de manera paralela a algunos de los anteriores, se llevó a cabo el diseño del Mapeo y la página Web del proyecto con sus principales resultados[4], así como la puesta en común con las organizaciones sociales e instituciones del territorio.
Para la implementación y seguimiento del trabajo de campo se convocó a 4 estudiantes y/o egresadas/os de la Tecnicatura Universitaria en Economía Social y Solidaria (TUESS) de la UNQ y a 6 integrantes de los movimientos sociales del territorio, quienes distribuyeron la encuesta y realizaron el seguimiento de su implementación durante el mes de mayo de 2021.
Dentro del primer momento, se realizó una búsqueda bibliográfica sobre antecedentes de investigación en el tema, así como también sobre circuitos socioeconómicos alimentarios y centros de complementación alimentaria. Esta búsqueda nos permitió construir una definición operativa (antes descrita), que orientó el trabajo de campo. En segundo lugar, se realizaron entrevistas en profundidad a actores clave de organizaciones sociales y religiosas y a funcionarios municipales, con el fin de alcanzar un mayor grado de conocimiento de las especificidades y diversidad de los CCA y servicios alimentarios a relevar. De esta manera, se construyeron los objetivos específicos del relevamiento, así como una tipología de CCA a partir del tipo de inserción organizativa/institucional y la decisión de compra de los comedores y merenderos.
Identificamos los siguientes tipos de Centros de Complementación Alimentaria:
● Instituciones religiosas: estos CCA dependen de instituciones y movimientos religiosos, tanto católicos, como evangélicos y adventistas, entre otros.
● Movimientos sociales u Organizaciones políticas: CCA que dependen de movimientos sociales y políticos
● Comedores escolares: CCA en funcionamiento en las escuelas públicas que dependen de los Sistemas Alimentarios Escolares.
● Centros de organizaciones de base: estos CCA dependen de diferentes organizaciones comunitarias, como por ejemplo sociedades de fomento, clubes deportivos, asociaciones, fundaciones, espacios comunitarios o grupos de vecinos organizados.
● Municipales: CCA dependientes del Gobierno Municipal.
● Centros de jubilados: espacios organizados por sociedades de fomento, clubes deportivos, asociaciones o espacios comunitarios. Brindan atención a adultos mayores y están reconocidos por el PAMI.
El Directorio se conformó finalmente con 250 CCA identificados, de los cuales 160 pertenecen a movimientos sociales, 52 a instituciones religiosas y 38 a organizaciones de base comunitaria[5]. Como tercera etapa, y de acuerdo a la información cualitativa (entrevistas) y cuantitativa (Directorio) relevada, se diseñó la encuesta electrónica autogestionada, con 49 preguntas cerradas de única opción y/o de opción múltiple y algunas preguntas abiertas, para ser aplicada a encargadas/os o referentes de los CCA de Quilmes y aledaños. Esta herramienta se retroalimentó con el diálogo permanente con los actores sociales, definiendo así los bloques temáticos y las variables a relevar, así como las preguntas y opciones de respuestas correspondientes. Una vez diseñada la encuesta, se realizó una prueba piloto con 5 CCA de organizaciones diversas, para poner a prueba y ajustar la herramienta de relevamiento.
El relevamiento indagó sobre tres grandes cuestiones o bloques de análisis: las características generales de los CCA, el servicio alimentario brindado y la modalidad de acceso a los alimentos.
Respecto del cuarto momento (implementación), se conformó y capacitó un equipo de seguimiento y supervisión para la implementación del cuestionario, formado como ya señalamos de manera mixta entre la Tecnicatura Universitaria en Economía Social y Solidaria de la UNQ y miembros designados por las organizaciones participantes, entre las que se sumaron los movimientos sociales Nuestra América, Movimiento de Trabajadores Excluidos, Frente Popular Darío Santillán y la colaboración del Movimiento Evita, Corriente Clasista y Combativa y Barrios de Pie. La coordinación de este equipo fue realizada de manera personal y grupal, dando soporte tanto sobre las herramientas y metodologías a utilizar para el seguimiento con las limitaciones que implicó la imposibilidad del encuentro personal debido a las medidas de aislamiento. Así y todo, se logró contactar al 43% del listado original, de los cuales el 37% contestó efectivamente la encuesta. Los contactos fallidos (celulares no aptos para recibir encuesta o fuera de servicio) fueron del 20% y un 37% no respondió al contacto.
La implementación de la encuesta se realizó durante el mes de mayo de 2021. Teniendo en cuenta el nivel de respuesta esperado de una encuesta autoadministrada, se propuso lograr como resultado el relevamiento de una muestra representativa amplia según tipo de CCA de al menos un 30% de los casos identificados (muestra estratificada por tipo de organización), lo cual fue logrado satisfactoriamente con 92 CCA que completaron la encuesta, sobre un total de 250 CCA identificados en el Directorio (37%).
Por último, los datos obtenidos en la encuesta fueron procesados mayoritariamente con planillas de cálculo, así como con el programa R para algunas variables cuantitativas y QGIS para la georreferenciación.
Como parte de la propuesta de IAP se llevaron a cabo al final del proceso (septiembre 2021) dos encuentros vía Zoom con la finalidad de socializar los resultados obtenidos.
3. Principales resultados del relevamiento
Presentaremos en esta ponencia una síntesis de aquellos resultados que consideramos que aporten al conocimiento de las dinámicas y particularidades de la asistencia alimentaria y puedan contribuir a construir información pública destinada a la promoción de circuitos socioeconómicos en vinculación con unidades productivas de las Economía Social Solidaria y Popular.[6]
3.1. Caracterización general de CCA y de las/os encuestadas/os
Este primer bloque de la encuesta incluye: 1) datos sociodemográficos y tipo de roles de las/os encuestados, 2) ubicación geográfica y distribución socio- espacial de los Centros al interior del partido de Quilmes, y 3) caracterización general del centro, año de inicio, tipo de organización de pertenencia y otros servicios que presta además del alimentario.
En primer lugar, la amplia mayoría de las/os encuestadas/os (aquellas personas consideradas por las propias organizaciones como referentes o responsables del CCA) se identificaron como mujeres (82,65%), lo cual da cuenta de una fuerte feminización del rol social de asistencia alimentaria.
La mayoría de los CCA se encuentran en Quilmes Centro (50), Quilmes Oeste (49) y Bernal Oeste (42), seguido de Solano (30), Ezpeleta (24) y Bernal Este (21). Dentro del Partido de Quilmes, la localidad con menos CCA es Ezpeleta Oeste (5), si bien cabe destacar que es la localidad con menor superficie, y además tiene el mismo número de CCA que los partidos aledaños.[7]
De los CCA encuestados, casi el 80% forma parte de instituciones mayores, de los cuales en su amplia mayoría (casi 75%) son movimientos sociales u organizaciones políticas, seguido de instituciones religiosas (15%). Entre quienes respondieron “otros”, se cuentan diversas organizaciones de base, un centro de rehabilitación de adicciones, puntos solidarios impulsados por la Municipalidad de Quilmes, el Patronato de liberados, y otro tipo de asociaciones civiles. Por otra parte, observamos que del total de CCA encuestados, casi el 20% no forma parte de instituciones o redes más amplias, siendo clasificadas como “organizaciones de base”, como ser comedores barriales, familiares o de organizaciones comunitarias del partido.
Por otra parte, la amplia mayoría de los CCA (97%) del partido realiza otro tipo de actividades para la comunidad, además del servicio alimentario; sólo el 3% de los Centros consultados respondió no realizar otras actividades. Entre las actividades que brindan se destacan: apoyo escolar y otros servicios educativos como alfabetización de adultos (casi el 30%); actividades productivas, de generación de trabajo y/o de economía social y solidaria (17%); de deporte y cultura (15%); atención en temas de género, violencia, Educación Sexual Integral (ESI) y/o diversidad sexual (12,4%); y atención de salud/ medicamentos/ discapacidad (12%), entre muchas otras actividades que realizan.
3.2. Tipo de servicio alimentario que prestan los CCA
En este bloque se presenta la frecuencia de prestación de los dos tipos de servicios alimentarios: mercadería en formato de bolsones y comidas preparadas en los CCA ya sea en desayuno, almuerzo, merienda o cena que, en contexto de pandemia. Se entregaron en forma de viandas. Además, los principales productos que se entregan en los bolsones, las cantidades de bolsones y raciones entregadas, y la cantidad de personas que asiste a los comedores, entre otras cuestiones.
Del total de CCA encuestados, la gran mayoría (85%) presta el servicio alimentario de viandas o comida preparada. Observamos por otra parte que el 57% de los CCA también entrega mercadería en formato de bolsones alimentarios, principalmente productos de almacén (no perecederos). En ese sentido, podemos decir que aproximadamente la mitad de los CCA presta ambos servicios alimentarios a la comunidad. En cuanto a los CCA que entregan bolsones de alimentos (56%), observamos una prevalencia importante en la entrega de alimentos secos, entendidos como aquellos alimentos no perecederos. En cuanto a los alimentos frescos como hortalizas, frutas, verduras y carnes, observamos poca distribución, con tan solo un 6% de entrega.
En cuanto a la frecuencia de entrega de los bolsones, más de la mitad de los CCA los entrega una vez por mes, mientras que el resto lo hace una vez por semana o cada quince días. Realizamos una estimación sobre el total de bolsones entregados en una jornada y por mes para el conjunto de los 250 CCA identificados, llegando a estimar que entregan aproximadamente 23.845 bolsones por mes.
En cuanto a la forma de suministro de los alimentos, encontramos que en cerca de un tercio de los casos (37% para el caso de bolsones de alimentos secos y 33% en el caso de alimentos frescos) son retirados por parte de los comedores en un centro de acopio de la organización o institución de pertenencia que provee los alimentos. Esto implica que la logística necesaria para el suministro de los bolsones es resuelta en algunos casos por los propios comedores.
Los 71 comedores que respondieron que entregan raciones de comida caliente en la encuesta suman un total de 11.224 raciones por jornada. Haciendo una proyección para el conjunto de los 250 CCA estimamos que entregaron 30510 raciones en una jornada y en el pico de mayor demanda llegaron a asistir a 39628 personas.
3.3 Modo de acceso del CCA a los alimentos y vinculación con la EPSS
Todos los CCA encuestados fueron consultados respecto a la forma en que acceden a los alimentos para evaluar las decisiones de compra. Así, vemos que en general, el 38,4% compra directamente la mayor parte de los alimentos, mientras que el 61,6% es abastecido por su organización o institución de pertenencia.
Se nuclearon cuatro tipos de proveedores donde los CCA compran los alimentos, mayoristas, supermercados, distribuidoras, almacenes y entidades de la economía social y solidaria (ESS). Se puede observar que el 74% de las compras se realiza siempre o muy seguido en mayoristas, almacenes y supermercados, quedando el resto entre las distribuidoras zonales y la economía social, particularmente esta última con un valor del 7,4% de la compra de los CCA. Es importante remarcar este punto, ya que los CCA son entidades mayoritariamente conformadas dentro de un grupo altamente conectado con la EPSS, pero, sin embargo, las compras las realizan a otros tipos de unidades económicas-comerciales. Sería oportuno entonces realizar alguna integración en la cadena de abastecimiento, con el fin de articular estas entidades estrechamente relacionadas.
Uno de los elementos clave a revisar y analizar es la construcción del conjunto de alimentos secos y frescos que forman parte de la oferta, tanto de los dispositivos de bolsones como de los alimentos preparados que se entregan en los CCA. Estos están principalmente marcados por alimentos ricos en carbohidratos y calorías (fideos, arroz, azúcar, papa, cebolla, morrones, entre otros). Observamos que, de una lista de 17 productos, los siete (7) alimentos más comprados por los CCA son carnes, aceite, hortalizas, azúcar, huevos, condimentos y harinas. Mientras que los cuatro (4) productos menos comprados son los panificados, enlatados, polenta y leche fluida.
Respecto a la percepción que los CCA tienen sobre los productos de la ESS podemos analizar lo siguiente: la mitad (57%) de los CCA percibe que los productos de la economía social y solidaria (cooperativas, emprendimientos familiares, agricultura familiar, etc.) no son conocidos (32%) o les son muy difíciles de conseguir (25%). En cuanto a la calidad, los CCA perciben que son de buena calidad y muy pocos mencionan (12%) que son más caros que los convencionales. Desde ya, este es un dato fundamental para nuestro tema, desde el cual se identifican potenciales líneas de trabajo en relación a la difusión y divulgación de los productos de la ESS, su procedencia y precios, así como también estrategias que faciliten el acceso de los productos hacia los comedores.
3.4. Organización y retribución del trabajo en los CCA
Entre los módulos de la encuesta, se dio importancia también a relevar y visibilizar el modo en que los comedores y merenderos organizan el trabajo comunitario para la gestión, preparado y servicio de los alimentos, así como otros cuidados comunitarios que realizan las organizaciones e instituciones en el territorio, y el modo de vinculación y retribución de dicho trabajo[8] En cuanto a las formas de retribución por el trabajo realizado, casi la mitad de las y los trabajadores (45,8%) llevan alimentos para el consumo propio/familiar y/o no reciben ninguna retribución en dinero por el trabajo realizado. Un 38% dice recibir por el trabajo un “Salario Social Complementario” y/o que realizan el trabajo como “Contraprestación de algún programa o política pública”. Sólo un 8% manifiesta mantener una relación de dependencia laboral por su trabajo en el CCA, mientras que un 3% contestó que recibe dinero no registrado por dicha actividad.
Reflexiones finales e ideas fuerza
En primer lugar, en relación al relevamiento realizado, es de destacar la relevancia de las organizaciones sociales y otras entidades intermedias y/o religiosas para el sostenimiento de la asistencia alimentaria en los barrios y territorios más vulnerables, en tanto respuesta social a la crisis y la atención de la emergencia alimentaria. Más aún en un contexto en el que debieron afrontar un aumento del 80% de la demanda de alimentos en los barrios, como se dio durante la pandemia de Covid- 19. En este marco, debe resaltarse el arduo trabajo de cuidados comunitarios llevado adelante por mujeres en su amplia mayoría (83% de las referentes de los comedores y merenderos encuestados), provenientes de los barrios populares y organizaciones sociales. Ello da cuenta de una fuerte feminización del rol social de la asistencia alimentaria, el cual, en términos generales, es poco reconocido, visibilizado y remunerado, teniendo en cuenta que sólo el 8% manifiesta tener una relación de dependencia laboral, la mitad lo hace por intercambio de alimentos y sólo un tercio dice recibir Salario Social Complementario o realizarlo como “contraprestación” de algún programa o política pública.
En segundo lugar, también es importante destacar que estas organizaciones y movimientos sociales realizan en su gran mayoría (más del 90% de los casos) una gran diversidad de acciones en el territorio, que van desde cuestiones vinculadas a la salud, la educación, la cultura y el género, hasta la promoción de actividades laborales y emprendimientos socio-productivos, aunque la emergencia alimentaria llevó en muchos casos a reorientar fuerzas y recursos hacia esta atención primaria. Así, por un lado, se aprecia que los CCA articulan el acceso alimentario con diversas necesidades sociales de las comunidades donde están situadas; y por otro, que este despliegue permite pensar en el desarrollo de circuitos socioeconómicos de llegada y distribución de alimentos a los CCA en articulación con las iniciativas socio- productivas de los movimientos sociales de pertenencia.
Un tercer elemento a destacar en función de nuestro objetivo se vincula a las decisiones de compra de los alimentos. Los datos relevados permiten visualizar que menos del 40% de los comedores encuestados deciden sobre la compra de los alimentos, es decir, sobre qué alimentos comprar y a qué proveedores. Por su parte, más de la mitad de los comedores encuestados no deciden sobre la compra, sino que los alimentos son suministrados por las organizaciones o instituciones a las cuales pertenecen, bien sean movimientos sociales o instituciones religiosas. En este sentido, si bien la encuesta estuvo dirigida a referentes de los comedores a nivel territorial, se identificó a partir de las entrevistas a actores clave y en el taller con organizaciones, que en estos casos la decisión institucional de compra corresponde, en parte, a los movimientos sociales e instituciones religiosas de manera centralizada con fondos del Estado (nacional y provincial) o donaciones, y por otra parte corresponde al Estado, que a través de las compras públicas suministra mercadería a las organizaciones.
Así, se identifican tres actores diferenciados con decisión de compra en lo que compete al funcionamiento de los comedores (Pastore, Niño, et.al, 2021): 1) los comedores comunitarios a nivel territorial tanto barriales/comunitarios como pertenecientes a organizaciones más amplias, 2) los movimientos sociales e instituciones religiosas que realizan compras de manera centralizada y suministran los alimentos a sus redes de comedores, y 3) el Estado Nacional, Provincial y Municipal, a través del “compre público”, que realiza entrega de alimentos a partir de diferentes programas alimentarios. En este sentido, se identifica un potencial para la articulación con los decisores, que permita estrategias de compra (según tipo de CCA) a la agricultura familiar, cooperativas de alimentos, emprendimientos y pequeñas empresas alimentarias de los territorios[9].
El potencial de la creación de circuitos socioeconómicos alimentarios nutricionalmente saludables se basa en la posibilidad de reorientar una parte de la ampliación de la demanda efectiva impulsada por las políticas públicas de asistencia, hacia el fortalecimiento y expansión social y productiva de las unidades económicas populares, cooperativas, de pequeñas empresas y productores locales, lo cual genera impactos positivos tanto en la asistencia alimentaria de los sectores más vulnerables como en la expansión, reconocimiento y valoración de las unidades productivas de la EPSS. Pero para su sostenimiento se necesitan políticas públicas y asistencias técnicas que promuevan la articulación entre actores territoriales (productores y consumidores) en términos de infraestructura, que faciliten los procesos logísticos, la creación de centros de acopio y la incorporación de cadenas de frío, entre otros en articulación con instituciones públicas como universidades, organismos científicos técnicos, Nacionales y provinciales y municipales.
Bibliografía
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Altschuler, B.; Niño, L. y Pagani, W. (2022), “Co- construcción de saberes y prácticas en clave de Economía Social y Solidaria: Investigación Acción Participativa y Educación Popular en y desde la Universidad pública argentina”. En Alva, M.; Pérez, E. (Editores) Investigación-acción y educación popular, Lima: Seminario de Economía Social, Solidaria y Popular de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Perú.
Caracciolo M. (2017), “Procesos de acumulación solidaria en un contexto neoliberal”, en Caracciolo M. (coord.), Economía social y solidaria en un escenario neoliberal: algunos retos y perspectivas. CEUR-CONICET, Buenos Aires.
Chiroque Solano, H.; Garo, M.; Yedrasiak, C. (2021), “Aprendizajes de la gestión de la compra pública y social a circuitos socioeconómicos alimentarios de la economía popular en el Partido de Quilmes y aledaños durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO). El caso del Sistema Alimentario Escolar (SAE) Municipio de Ensenada”. Jornadas de la Agricultura Familiar”. Universidad Nacional de La Plata, Buenos Aires.
Pastore, R. et.al. (2020), “Fortalecimiento de Circuitos Socioeconómicos Alimentarios para la Atención de la Emergencia Alimentaria ante el Covid-19 en el Partido de Quilmes y Aledaños”, Proyecto presentado al Programa de Articulación y Fortalecimiento Federal de las Capacidades en Ciencia y Tecnología COVID-19 del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MINCyT) de Argentina, Buenos Aires (inédito).
Pastore, R; Niño, L., et.al. (2021), Informe Final Proyecto Fortalecimiento de Circuitos Socioeconómicos Alimentarios para la Atención de la Emergencia Alimentaria ante el
Covid-19 en el Partido de Quilmes y Aledaños” Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), Buenos Aires (inédito).
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Pastore, R. (2020), “Pandemia, crisis estructural y después ¿qué? Debates sobre desarrollo socioeconómico, territorio y economías alternativas”, en Rev. Cooperativismo & Desarrollo, N° 29 (119), Universidad Cooperativa de Colombia.
Pastore, R. y Altschuler B. (2015), “Economía social y solidaria en clave de desarrollo socio-territorial en Argentina. Conceptos, políticas públicas y experiencias desde la Universidad” en Eutopía Nro 7. Revista de Desarrollo Económico Territorial “Comercio justo en América Latina: mirando hacia adentro”. FLACSO, Ecuador.
[1]Una versión previa y más extensa de este artículo fue publicada en Altschuler, B. y Viviani, G. (2022), Asistencia alimentaria y circuitos socioeconómicos durante el Covid-19 en Quilmes, Buenos Aires. Revista Otra Economía, 15(28), pág. 219-240.
[2] El proyecto fue dirigido por Rodolfo Pastore con la coordinación de Laura Niño y tuvo diversas líneas de investigación: relevamiento de Circuitos Cortos de la EPSS en Quilmes; relevamiento, análisis y mapeo de Centros de Complementación Alimentaria que aquí se aborda; relevamiento comparativo de precios y desarrollo de una plataforma de visibilización y comunicación (ver http://observatorioess.org.ar/circuitosquilmes/). Contamos para el desarrollo de esta línea con un equipo formado por docentes-investigadores, extensionistas y becarias/os de la UNQ, entre ellas/os Laura Niño, Wanda Pagani, Henry Chiroque Solano, Sabrina Monasterios, Pablo Lacabana, Pablo Arrieta y Luis Barrios, además de las autoras de este trabajo.
[3] El artículo 9 de la prorrogada Ley 27519 incluye aumentos de partidas presupuestarias del 250% destinadas a políticas alimentarias comprendidas en la ley 25724 (reglamentada el 28/04/2003), destinadas a Políticas Alimentarias tales como Tarjetas Alimentarias, Comedores Escolares, Comedores Comunitarios, Complemento Alimentario, Acciones de Nutrición, Asistencia al ProHUERTA. En su Artículo 6 crea el Registro Único de Beneficiarios de Políticas Alimentarias (REUBEPA), y en el 7 el Registro Único de Intermediarios de Políticas Alimentarias (RUIPA), “constituido por todas las entidades públicas, privadas sin fines de lucro y organizaciones sociales de todas las jurisdicciones del país que provean alimentos o brinden servicios de alimentación y nutrición de forma gratuita para poblaciones vulnerables, reciban estos fondos del Estado Nacional o no" (ver https://www.diputados.gov.ar/prensa/PDF/4258-D-2019.pdf, consulta septiembre 2022).
[5] No se llegó a incluir en este relevamiento comedores escolares y centros de jubilados, los cuales son un importante campo de análisis y articulación para futuros estudios.
[6]El informe completo de resultados se presentó en el III Congreso Nacional de Desarrollo Territorial, organizado por el Departamento de Economía y Administración, el CDT de la UNQ y la Red de Universidades en Desarrollo Territorial de Argentina. Quilmes, 26 y 27 de Mayo de 2022 con el título “Relevamiento Centros de Complementación Alimentaria (CAC) durante la pandemia del Covid-19 y Circuitos Socioeconómicos Alimentarios en el Partido de Quilmes y Aledaños
[7] Ver Mapa de Calor de la distribución espacial de los CCA (250 casos) en Informe Final Proyecto Fortalecimiento de Circuitos Socioeconómicos Alimentarios, UNQ, 2021.
[8]El informe completo de resultados se presentó en el III Congreso Nacional de Desarrollo Territorial, organizado por el Departamento de Economía y Administración, el CDT de la UNQ y la Red de Universidades en Desarrollo Territorial de Argentina. Quilmes, 26 y 27 de Mayo de 2022 con el título “Relevamiento Centros de Complementación Alimentaria (CAC) durante la pandemia del Covid-19 y Circuitos Socioeconómicos Alimentarios en el Partido de Quilmes y Aledaños.
[9] Al respecto puede consultarse Chiroque Solano, Garo, et.al (2021), donde se analiza una experiencia de compra pública y social a circuitos socioeconómicos alimentarios de la economía popular, social y solidaria en el partido de Quilmes para el Sistema Alimentario Escolar (SAE) en el Municipio de Ensenada.